Hace 18 años, cuando tenía 17, tenía problemas con la asignatura de catalán. Además de ser considerado un adolescente problemático.
Así que en el colegio en el que estaba interno y estudiaba decidió, a petición de mis padres, ponerme clases de refuerzo y ahí apareció Samanta (ella aún estaba cursando su carrera).
Después de varias clases se convirtió en mi amiga, en mi confidente, fue el apoyo que necesitaba para aprobar la selectividad a la primera!
Pero más allá de enseñarme a escribir correctamente el catalán, Samanta me ayudó a centrarme y tomar seguridad en mí mismo. Su templanza, dulzura y simpatía, así como la actitud justa para marcarme los límites y hacerme ver las cosas de otra manera o incluso provocarme para hacerme reflexionar son los rasgos que más recuerdo. Ya en ese entonces, Samanta era mi "COACH" aunque ni la palabra existiera en España y ella sólo fuera mi profesora de catalán.
Hoy tengo 35 años, soy doctor en filosofía y profesionalmente soy cineasta o un cuento cuentos moderno.
Doctor en filosofía